Las máquinas de recolección de pistacho son fundamentales para desarrollar un proceso de recogida lo más rápido posible, cuestión vital para asegurar el mantenimiento del fruto de cara a los posteriores procesos de secado: retirada de la piel, secado y clasificación del fruto, entre otros. A raíz de la publicación en nuestras redes sociales con un vídeo sobre la recogida de nuestros socios de Acemi en California, hemos querido realizar este artículo para contaros los tipos de máquinas utilizadas habitualmente para la recogida de pistacho. Como ya anticipamos en el post “Recogida del pistacho: cuestiones a tener en cuenta”, se trata del momento cumbre del año, cuando por fin el agricultor puede recoger el fruto del trabajo de toda una temporada. Por tanto, no podemos dejar al azar o la improvisación ningún elemento de la ecuación. Y uno de los más importantes es el tipo de recogida que haremos.

Recogida tradicional y máquinas de recolección de pistacho

Como ya saben nuestros lectores, el momento de recogida viene dado por diversas circunstancias, como la variedad de pistachero cultivada, cuestiones meteorológicas durante los meses anteriores o nuestra capacidad de tratamiento posterior del fruto. El tiempo de recolección, por tanto, puede variar ligeramente, pero normalmente se mueve en el abanico entre agosto, septiembre y octubre, dependiendo de la zona.

En cuanto al proceso de recogida propiamente dicho, tradicionalmente el pistacho se ha recogido mediante la técnica del vareo, también utilizada en otros cultivos como almendro u olivo. Esta técnica está prácticamente en desuso, tanto por su ineficacia como por la lentitud en su realización. Por lo tanto, las máquinas de recolección de pistacho son las herramientas más utilizadas hoy en día: garantizan la recogida a mayor velocidad y con menos mano de obra (y por lo tanto, de manera más rentable) y no maltratan ni ensucian el fruto. Sin embargo, son varios los tipos de máquinas recolectoras que existen, y hoy queremos mostraros algunos de los tipos más utilizados.

Vibrador mecánico de paraguas

Se trata del sistema más extendido en la actualidad para la recogida de muchos frutos como el pistacho. La máquina vibradora despliega un soporte circular conocido como paraguas alrededor del árbol y aplica una ligera vibración en el tronco. Dicha vibración se transmite a todo el cuerpo del pistachero y provoca la caída de los frutos al paraguas, donde la propia vibración los desplaza hasta el depósito que la máquina recolectora tiene en su parte inferior. Esta maniobra debe realizarse en cada árbol uno por uno, con la consiguiente inversión de tiempo en el desplegado y plegado del paraguas y aproximación a cada uno de los pistacheros. Posteriormente solo tendremos que volcar dicho depósito en el camión donde transportaremos nuestros pistachos, pasando al resto del proceso de una manera rápida y eficiente. Se trata de un sistema que produce el mínimo posible de daños en el árbol, reduciendo drásticamente respecto al vareo el número de ramas rotas o los frutos estropeados o perdidos por su caída al suelo y posterior recogida. Sin embargo, veremos como hay otro tipo de máquinas de recolección de pistacho que apoyándose también en la técnica de la vibración son todavía más eficaces, ya que realizan la recogida simultáneamente en varios árboles a la vez.

Máquina de plano inclinado para la recolección de pistacho

Efectivamente, la necesidad de abrir y cerrar el paraguas en cada árbol supone una pérdida importante de tiempo, y es ahí donde aparece la máquina de perfil o plano inclinado. Se trata de una máquina formada por dos vehículos que se desplazan paralelamente, uno a cada lado de la línea de árboles, y que se ajusta mecánicamente alrededor de cada uno de ellos. De un lado, la máquina vibradora, formada por un soporte inclinado longitudinal con distintos elementos móviles que se adaptan rápidamente a la forma del árbol, desplegando las pletinas de goma que abrazan el contorno del tronco y sobre las que caerá el fruto al aplicar la vibración. Del otro lado, y acoplado perfectamente, el vehículo recolector, formado por una plataforma alargada, también inclinada, que cubre toda la longitud de la vibradora, de modo que los frutos que caen a un lado u otro del pistachero acaban en la cinta recolectora. Como podemos ver en el vídeo, el ahorro de tiempo que supone la máquina de recolección de pistacho de perfil inclinado respecto a la de paraguas es extraordinario.

La velocidad de recolección, clave en la rentabilidad de nuestro producto

Como hemos visto en el vídeo, el tiempo de dedicación a cada árbol disminuye radicalmente respecto a la recogida mediante paraguas. Mientras que en el paraguas podemos estar hablando de casi un minuto entre aproximación, desplegado, vibrado y plegado, en la recogida con perfil inclinado apenas tardamos 15 segundos en realizar la recogida del pistacho en cada árbol. Además, con el paraguas debemos volcar los frutos cada poco tiempo al camión de transporte, mientras que en la recolectora de perfil inclinado el fruto se almacena directamente en la máquina y su capacidad es notablemente superior. Reducimos, por tanto, el número de veces que debemos “vaciar” nuestra máquina de recolección de pistacho y los tiempos invertidos en esta acción. Lógicamente, si hablamos de cientos o miles de árboles, estos tiempos alcanzan una gran magnitud y son un foco de rentabilidad a tener muy en cuenta.

Método mecanizado del pistacho de California

Este método de recolección es el que nuestro socio Acemi aplica desde hace 40 años en California, la región que es líder en producción mundial de pistacho por la utilización precisamente de maquinaria de alta eficiencia como la que nos ocupa. No solo en la recolección, sino en todos los procesos de cultivo de pistacho, desde su plantación hasta la recolección pasando por la polinización o el riego. Este sistema de trabajo, que Acemi Spain y Agróptimum implementan ahora en España, es el que diferencia a una plantación estándar, donde la rentabilidad es mucho menor y fluctuante, de una plantación “al estilo americano”, en la que todos los pasos están perfectamente planificados para lograr la máxima rentabilidad, multiplicando por tanto los beneficios de cada proyecto agrícola.