Si en la entrada anterior analizábamos la producción de pistacho por hectárea en el mundo, en esta ocasión vamos a analizar la plantación de pistacho en el mundo, comparando la cantidad de hectáreas dedicadas al cultivo del pistachero. Al igual que en el post anterior, los datos analizados provienen de la base de datos de la FAO (Food And Agriculture Organization of the United Nations).

La plantación de pistacho en el mundo históricamente

hectáreas de pistacho por países

Como puede verse en el gráfico, los países tradicionalmente productores de pistacho en el mundo copan las primeras posiciones: Irán, Turquía y Siria. No en vano, el pistacho es un cultivo históricamente arraigado en estas regiones, donde siempre se supo sacar provecho del también llamado alfóncigo. Hasta este momento, la mayoría de cultivos en estos países son herencia de siglos pasados, y por lo tanto se trata de plantaciones muy rudimentarias, con escasa o nula inversión en mejora de las mismas. Aparece ya en la década de los 80, en cuarta posición, Estados Unidos, que desde 1960 comenzó a plantar pistachos en el estado de California, primero, y posteriormente también en Arizona y Nuevo México. Se trata de los primeros arranques de la industria del pistacho estadounidense que, como veremos en los siguientes gráficos, no ha parado de crecer desde entonces.

Años 2000, primeros pasos de la industrialización del pistacho

hectáreas de pistacho en el mundo

En las dos décadas que van de 1980 hasta el año 2000, son varios los países que se suman a la tendencia de plantar pistacho. El propio Irán, que hasta los 80 trabajaba básicamente las plantaciones históricas, multiplica casi por 2,5 el territorio plantado. Países como Turquía, Siria o Túnez también multiplican las hectáreas dedicadas al pistachero, pero quien experimenta un crecimiento más destacado es Estados Unidos, multiplicando por tres su extensión de terreno cultivado, ascendiendo a la tercera posición del ranking. En la aparición en la clasificación de la plantación de pistacho en el mundo destaca igualmente la aparición por primera vez de países como China, Grecia, Italia o una tímida España, los cuales continuarán su crecimiento en los años venideros. Destaca también, tristemente, la caída de Afganistán, debido a la larga guerra ruso-afgana, que produjo el abandono de numerosos campos.

Siglo XXI, el auge de las plantaciones de pistacho en el mundo

plantaciones de pistacho en el mundo

Llegamos por fin al análisis de la actualidad, con los últimos datos disponibles, los de 2018. El primer dato que nos llama descaradamente la atención es la multiplicación de las hectáreas de pistacho en Irán. La república islámica, espoleada por el auge de Estados Unidos, multiplica por tres su superficie de cultivo de pistacho. Una apuesta muy decidida, al menos a priori, por mantener su liderazgo de plantaciones de pistacho en el mundo. Sin embargo, como vimos en el post anterior, este aumento de la superficie cultivada no vino acompañado de un aumento de la productividad, como sí lo hizo en el caso americano. Un país, EEUU, que en apenas 40 años de cultivo ha pasado a ser ya el segundo con mayor número de hectáreas de pistacho del mundo y el que mayor productividad obtiene de sus plantaciones. El resto de países mostrados también han mantenido su crecimiento, multiplicando su área de cultivo, pero el país que aumenta con más fuerza es, sin duda, España, que pasa a ocupar el quinto puesto, al haber multiplicado por 30 su superficie de pistacho en estas dos décadas. Supera por tanto a países como Túnez, uno de los productores tradicionales, y a China, que pierde fuelle en el siglo XXI.

España continúa su crecimiento

El aumento de la superficie de pistacho en España ha sido una constante en este siglo, favorecida por un clima favorable al cultivo del pistacho. Sin embargo, hasta hace poco estas plantaciones repetían planteamientos tradicionales, con poca inversión, en secano y sin apenas enfoque de productividad. En los últimos años, sin embargo, nuevas empresas como Agróptimum, que apuestan por la mecanización de procesos, la investigación y la aplicación de métodos científicos a las plantaciones presentan un nuevo horizonte para la agricultura española, que observa cómo la productividad de los campos aumenta y puede competir con el resto de países productores de pistacho sin ningún tipo de complejo.