EL PISTACHO DE NUEVA GENERACIÓN
La planta que está revolucionando el cultivo del pistacho
Contamos con las variedades más productivas y que mejor se adaptan al clima español.
Un injerto que nunca falla. Realizado en el vivero por profesionales. Éxito asegurado en campo.
Resistentes a la sequía, enfermedades fúngicas y adaptadas a marcos intensivos.
Entrada precoz en producción gracias al elevado grado de desarrollo.
Lista para plantar en cualquier época del año gracias al formato en maceta.
Conoce los secretos de la planta de pistacho que entra en producción en 3 años
En Agróptimum cultivamos plantas de pistacho con una homogeneidad excepcional, lo que garantiza una plantación más uniforme, facilita el manejo agronómico y permite una entrada en producción más equilibrada.
Nuestras plantas presentan un vigor superior desde los primeros estadios, lo que se traduce en un desarrollo más rápido, árboles más robustos y una mejor respuesta frente a condiciones adversas.
Gracias a nuestra selección genética y técnicas de cultivo avanzadas, conseguimos plantas de alta densidad que maximizan la superficie cultivable y elevan significativamente el potencial productivo por hectárea.
En Agróptimum producimos plantas con raíz pivotante natural, fundamental para un anclaje sólido, una absorción eficiente de agua y nutrientes, y una mayor resistencia a la sequía.
Entregamos plantas injertadas en vivero con total garantía de compatibilidad y éxito. Ahorra tiempo, reduce riesgos y asegura una producción más temprana con plantas listas para crecer desde el primer día.
Las condiciones climáticas que requiere el pistacho le permiten adaptarse a casi todo el territorio español.
Las horas de frío anuales son un factor clave para el éxito en el cultivo del pistacho. Este árbol caducifolio, como otros frutales, necesita acumular una cierta cantidad de frío durante el invierno (temperaturas entre 0 °C y 7 °C) para romper correctamente la latencia de sus yemas y asegurar una floración homogénea y productiva en primavera.
Si no se alcanzan las horas de frío mínimas requeridas por la variedad, el pistachero puede mostrar una floración irregular, bajo cuajado de frutos o incluso ausencia de producción. Por eso, adaptar la variedad al clima local es esencial para optimizar el rendimiento del árbol.
Según las horas de frío acumuladas en tu zona, estas son algunas recomendaciones:
Zonas con más de 900 horas de frío: Puedes optar por variedades como Kerman o Larnaka, que requieren una acumulación importante de frío invernal para desarrollarse correctamente. Son ideales para zonas del interior peninsular, como algunas áreas de Castilla-La Mancha.
Zonas con entre 700 y 900 horas de frío: Variedades como Sirora o Avdat se adaptan mejor. Estas tienen un requerimiento medio de frío, lo que las hace adecuadas para regiones con inviernos moderadamente fríos.
Zonas con menos de 700 horas de frío: En climas más templados, es fundamental seleccionar variedades de bajo requerimiento de frío, como Aegina o Golden Hills, para garantizar una producción estable.
Conocer las horas de frío de tu finca y elegir la variedad adecuada es la mejor forma de asegurar una plantación sana, productiva y rentable. ¿Tienes dudas sobre cuántas horas de frío tiene tu zona? Podemos ayudarte a calcularlo y asesorarte sobre la variedad ideal.
No todas las variedades se comportan igual: cada una necesita unas determinadas horas de frío para florecer correctamente, por lo que es imprescindible conocer el clima de tu zona antes de decidir.
Además, aspectos como el tamaño del fruto, el porcentaje de frutos abiertos, la resistencia a plagas o enfermedades y la calidad del pistacho que se obtiene varían de una variedad a otra. Un buen porcentaje de frutos abiertos, por ejemplo, mejora la comercialización, ya que el pistacho abierto se paga mejor. Por eso, elegir una variedad adaptada no solo mejora el rendimiento del árbol, sino también el valor de tu cosecha.
En la imagen de la derecha te dejamos toda la información que necesitas para comparar nuestras variedades y escoger la que mejor se adapta a tus condiciones climáticas.
La utilización de un macho polinizador principal en combinación con uno secundario permite aprovechar al máximo la horquilla de polinización de las hembras y maximizar la rentabilidad de una explotación.
El pistachero (Pistacia vera) es una especie dioica, lo que significa que existen árboles femeninos, que producen los frutos, y árboles masculinos, cuya única función es la de producir polen para fecundar las flores femeninas.
Por ello, una plantación de pistacho no puede concebirse sin una adecuada planificación de la relación entre árboles hembra y macho, ya que de ella depende directamente el éxito del cuajado y, por tanto, el rendimiento productivo del cultivo.
La proporción estándar y más aceptada por los expertos es de 1 macho por cada 8 a 10 hembras, aunque esta puede variar ligeramente en función de diversos factores como la orientación del terreno, los vientos dominantes durante la floración o la variedad femenina utilizada. Un número insuficiente de árboles masculinos puede provocar una mala polinización, lo que conlleva una disminución significativa en la producción y calidad del fruto. Por el contrario, un exceso de machos reduce el potencial productivo de la parcela, ya que estos no generan fruto.
Para asegurar una buena dispersión del polen, se recomienda distribuir los árboles macho de forma estratégica por la parcela, normalmente en forma de marcos alternos o esquinas, favoreciendo que el viento, principal medio de polinización en este cultivo, lo transporte de manera eficaz hacia las flores femeninas.