El injerto en el pistacho: guía completa para el éxito de tu cultivo
El proceso de injerto es uno de los pilares en la plantación de pistachos, pues garantiza que la planta injertada reúna las mejores características del portainjerto y del vástago (la variedad deseada).
Este artículo detalla paso a paso cómo realizar el injerto correctamente, con herramientas, técnicas profesionales y recomendaciones basadas en la experiencia de viveros y técnicos en Castilla-La Mancha y otras áreas productoras.
El injerto de pistacho realizado en vivero.
El injerto en pistacho es un procedimiento agronómico diseñado para combinar dos componentes:
Portainjerto: aporta el sistema radicular, resistencia al terreno y la adaptabilidad al clima y a los suelos pobres.
Vástago o escudete: representa la variedad (como Kerman o Sirora) que ofrece calidad de fruto, calibre, sabor y rendimiento.
Este empalme de material vegetal busca crear una planta que reúna lo mejor de cada uno, optimizando el equilibrio entre adaptabilidad y calidad. En Agróptimum, se realiza dentro del marco de un vivero cuidadosamente gestionado, donde las condiciones permiten elevar el nivel técnico, asegurar el éxito y mejorar la eficiencia.
La alineación del cambium es fundamental: cuando el cambium del portainjerto y el escudete se unen adecuadamente, surge la unión vascular y el injerto prospera.
En el vivero, este proceso se lleva a cabo con precisión, temperatura controlada, humedad y seguimiento técnico, lo que favorece una cicatrización limpia y eficaz.
Para asegurar el éxito del injerto hay que supervisar cinco elementos cruciales:
Material vegetal de máxima calidad: portainjertos sanos y vástagos con yemas firmes y sin daños.
Temperatura constante: entre 18 y 25ºC, ideal para cicatrización.
Humedad controlada: no excesiva, para evitar hongos, pero suficiente para evitar deshidratación.
Higiene rigurosa: herramientas limpias y desinfectadas en cada corte.
Época apropiada: justo antes de que el árbol comience a brotar, preferiblemente en vivero para asegurar un control total de las condiciones ambientales.
Un injerto de pistacho exitoso.
Se destacan cuatro tipos principales:
El portainjerto UCB#1, híbrido de Pistacia integerrima, es óptimo para suelos pobres, resistente a estrés hídrico y condiciones frías. En Castilla‑La Mancha y otras zonas, ha demostrado una rápida adaptación, vigor y longevidad (> 30 años), lo que ayuda a mantener alto rendimiento y facilita el cultivo del pistacho a largo plazo.
El portainjerto UCB#1, un híbrido de Pistacia integerrima, destaca por:
Eficiente sistema radicular, útil en suelos pobres
Resistencia a la sequía, salinidad y estrés térmico.
Adaptación comprobada en zonas productoras como Castilla-La Mancha.
Facilita una vida útil prolongada (30–50 años), ideal para plantaciones a largo plazo.
Este portainjerto es central en nuestro vivero para asegurar el éxito inicial y la productividad futura.
Así se ve un árbol de pistacho injertado tras 4 años desde su plantación
Si quieres saber más sobre el árbol del pistacho – Lee nuestro blog
El injerto en vivero es esencial para garantizar una planta injertada de calidad: sólida, vigorosa y adaptada. En Agróptimum, trabajamos cada fase con precisión: selección genética, ambiente controlado, cuidados post injerto y formación inicial en vivero, evitando riesgos propios del campo. Esto se traduce en plantas homogéneas, con mayor producción, mejores características de fruto y una mayor eficiencia a lo largo de su ciclo de vida.
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Director de I + D de Agróptimum.