España es uno de los pocos países que reúne las condiciones necesarias para cultivar pistacho en el mundo. Dentro de la unión europea, es el país con las condiciones más óptimas para la profesionalización del cultivo, por encima de Italia o Grecia.
España tiene reúne las horas frío necesarias para el desarrollo óptimo del cultivo
Es uno de los cultivos leñosos más resistentes a las sequías
Hemos reducido el tiempo de entrada en producción a un tercio del tradicional
El pistacho es un cultivo que prospera en climas templados y secos, con veranos cálidos (entre 35 y 45 ºC). Los inviernos fríos son otro de los requisitos fundamentales de este cultivo, aunque deben evitarse las heladas tardías. Estos dos requisitos, veranos cálidos e inviernos secos explican su difícil relación con el clima y el escaso número de países productores. España es uno de los pocos países en el mundo que reúne las condiciones necesarias. Cuenta con inviernos largos y fríos, veranos cálidos y secos y una gran superficie de terreno cultivable.
Además, es el único país de la unión europea que puede desarrollar este cultivo a gran escala. Aunque países como Italia o Grecia reúnen las condiciones climáticas necesarias, su escarpada geografía dificulta enormemente la profesionalización del cultivo. Esto le confiere una posición geopolítica privilegiada, pues cuenta con acceso directo y privilegiado al mercado europeo, que supone la mayor parte de la demanda de pistacho.
El crecimiento de la oferta de pistacho a nivel mundial no es capaz de abastecer a la ingente demanda de este fruto seco.
Este proyecto tiene como objetivo central el desarrollo de nuevas variedades de pistachero adaptadas al entorno climático y edáfico de España. A través de métodos de mejora genética clásica (cruzamientos entre líneas parentales), se busca optimizar aspectos clave del cultivo, como:
La productividad por hectárea.
La calidad organoléptica del fruto.
La resistencia a plagas y enfermedades.
La adaptación a la sequía.
Además, se pretende incorporar la tecnología molecular para identificar marcadores genéticos asociados a rasgos clave, facilitando así futuros programas de mejora.
Todo el proyecto se desarrolla siguiendo una estrecha colaboración con la Universidad de Córdoba. La UCO pone a su disposición un equipo de doctores especializados en el desarrollo de nuevas variedades, que colaboran con los técnicos de agróptimum y guían el desarrollo del proyecto.
Estado actual de la ampliación del proyecto realizada en 2024.